En el sur de Madagascar hay mucha pobreza. Sobre todo los ancianos que no pueden trabajar tienen una vida muy dura. Muchos han perdido la pareja y su familia no tiene los recursos para mantenerles.
Los ancianos no tienen dinero para comida, ropa, medicamentos ni un sitio donde dormir. Viven en la calle y es una lucha diaria contra la pobreza.
Así ayudamos nosotros:
Actualmente ayudamos a approx. 10-15 ancianos. Las monjas responsables del colegio publico, cuidan a estas personas. Se han construido casitas de madrea para que tengan un refugio donde dormir. Las monjas reciben una paga mensual para las necesidades de ellos (comida y asistencia medica).